El mensaje que quiero dejar con esta canción es que no olvidemos nuestra esencia. En el fondo, todos queremos hacer el bien: ser buenos esposos, buenos padres, buenos amigos, buenos hijos de Dios. Espero que esta canción inspire a quienes la escuchen a no quedarse solo con ese deseo, sino a dar pasos reales para convertirse en la persona que su corazón les está pidiendo ser.